El Centro Municipal de Servicios Sociales de Montilla lleva ya el nombre de Lola López Baena, ex concejala fallecida de Izquierda Unida. En uno de los actos conmemorativos del Día Internacional de la Mujer que se llevan a cabo en la ciudad, la alcaldesa, Rosa Lucía Polonio, y Rafael López Baena, hermano de la ex edil, han descubierto la placa que desde hoy preside esa dependencia y que hace referencia a quien la Asamblea Feminista de Montilla ha definido como “una mujer con mayúsculas que alzaba su voz a favor de las personas más desfavorecidas…una mujer que tuvo siempre el coraje suficiente para luchar contra las injusticias sociales y el deseo de vencer los obstáculos puestos en el patriarcado dominante”.
A principios de año, la Corporación montillana aprobó por unanimidad en Pleno –con la abstención del Partido Andalucista- dar el nombre de Lola López Baena al Centro Municipal de Servicios Sociales. La aprobación llegó después de que el Consejo Municipal de la Mujer y un gran número de colectivos montillanos, además de una gran cantidad de empresarios y particulares de la ciudad rubricaran un documento para ello. En el acto de descubrimiento de la placa, Dolores Mora, en representación del Consejo Municipal de la Mujer, ha destacado la figura de la ex concejal de IU “y lo que esta mujer ha supuesto para el impulso del movimiento asociativo femenino, para el colectivo de la mujer de Montilla y para el propio consejo municipal”. La Asamblea Feminista de Montilla ha puntualizado que este edificio situado en la calle Altillos “representa toda la batalla que Lola libró durante su vida: preocupaciones sobre los y las más débiles, la mujer, los mayores, la infancia, la juventud…”.
La conmemoración del Día Internacional de la Mujer en Montilla también servirá para homenajear a otra mujer: Mari Sierra Raigón. Será mañana durante una comida que tendrá lugar en el restaurante El Quijote. En el homenaje se reconocerán, entre otras cosas, las dificultades por las que pasó al realizar su trabajo durante muchos años en una bodega, “ya que se trataba de un trabajo que estaba reservado para el hombre”, según ha detallado Rosa Lucía Polonio.