La Delegación de Cultura, junto con el Archivo Histórico Municipal, retoman las conferencias en relación a la Cultura del Vino en el marco de Montilla-Moriles, unas jornadas que venían celebrándose antes de que se tuvieran que cancelar por motivos sanitarios y que, en esta ocasión, según las presentaba la delegada de Cultura, Soledad Raya, esta mañana, se reanudarán con la conferencia El vino en Montilla en el siglo XVI: estudio del aforo de 1644. Procesos de elaboración y sistemas de crianza.
La charla tendrá lugar el 17 de noviembre, en el mismo Archivo Histórico, a las 19.30 horas y correrá a cargo de Juan Portero Laguna, quien ha investigado un antiguo documento, en el que se recogen los aforos realizados en Montilla durante el siglo XVI.
A través de este documento, “el más antiguo en relación a los impuestos del vino que tenemos en Montilla”, según ha explicado la archivera municipal, Inmaculada de Castro, podemos conocer la cantidad de vino del que se disponía en el término municipal de Montilla. “En aquella época, los monarcas, cuando se veían necesitados de dinero pedían a la población que le ayudase económicamente. Estos impuestos que iban destinados a campañas militares fundamentalmente, se imponían sobre los bienes de consumo: carne, pescado, vino… Al ser el vino una especie que se gravaba, se controlaba la cantidad que había, aforando el vino cada cierto tiempo”. Unas mediciones que solían hacerse en noviembre y en abril.
“Así podían saber el movimiento de vino que había en la localidad, cosa que hacían por calles, donde estaban las lagaretas, y en los lagares del término municipal, por la Sierra de Montilla, aunque no están aquí incluidos los centros religiosos, puesto que estos estaban exentos de impuestos”, ha explicado la archivera. De aquellos documentos, solo se conserva este “que nos da una foto fija de un año concreto”, 1644, señalaba de Castro.
Datos curiosos que se extraen del aforo de 1644
Esta conferencia, que estará presentada por la historiadora María Dolores Ramírez Ponferrada, aportará también datos muy curiosos como la cantidad de vino en la época: 250.000 arrobas de vino, o el número de titulares, 250 titulares “por lo que eran muchos los ciudadanos que se dedicaban al mundo del vino”, señalaba Portero, o incluso, la calle en la que más se elaboraba vino, “la actual calle Fuente Álamo, entonces calle de San Roque”, explicaba durante la presentación el ponente.
“Para los profesionales del mundo del vino podemos extraer conclusiones sobre cómo elaboraban el vino en la época, y al no contar con escritos de la época que lo expliquen este tipo de documentos resulta muy valioso”, explicaba Portero. Por ejemplo “no aparece recuento de vinagre, es decir que el vino no se llegaba a avinagrar con los pocos conocimientos que tenían de enología, probablemente sería por la alta graduación natural de nuestros vinos” o la realidad de que “este minifundio de lagares y lagaretas, de productores independientes, ha existido durante siglos en Montilla hasta prácticamente la creación de las cooperativas y las grandes bodegas en los años 50 o 60 del siglo XX cuando desapareció cambiando el esquema existente durante casi 500 años”.
Además, Inmaculada de Castro ha señalado que a través de estos documentos se zanja otra cuestión en la “siempre ha habido una pequeña polémica: “en Montilla, en aquella época, ¿se criaba o no se criaba el vino en bota?”. A través de estos documentos se puede extraer que sí, puesto que “las candiotas, que podían ser de barro o de madera, a la hora de aforarlas en las actas capitulares, a la figura que realizaba la función se le llama tanto candiotero como tonelero, por lo que concluimos que la candiota a la que se refiere en estos casos era de madera, la actual bota”.
La imagen del cartel es, por lo tanto, una reconstrucción virtual de Paco Ruz de las candiotas de la Bodega del Sótano del Colegio de los Jesuitas en Montilla en el siglo XVI.