Se trata de una actividad fijada en el informe de viabilidad elaborado por el Comisionado para la Concordia de Andalucía, que el Consistorio asumirá con fondos propios
El alcalde de Montilla, Rafael Llamas, ha presentado este viernes, ante la fosa común del cementerio municipal san Francisco Solano, el informe de viabilidad emitido por el Comisionado para la Concordia de Andalucía, tras los trabajos realizados en los últimos meses en coordinación con el Ayuntamiento de Montilla, como fase previa a la exhumación e identificación de las víctimas de la represión franquista.
Acompañado por la concejala de Memoria Democrática, Sole Raya, y el técnico municipal del área Víctor Barranco, el primer edil montillano ha calificado el documento redactado por la arqueóloga de la Universidad Pablo Olavide Inmaculada Carrasco como “un informe riguroso y detallado que determina las zonas, dentro de la fosa común, susceptibles de acoger los restos de las, en principio, 68 personas represaliadas cuyos restos se saben que fueron depositados en este lugar del cementerio”.
Con todo, “debido a las grandes dimensiones de la fosa común y a su uso continuado, después de 1940, como espacio para cadáveres sin sepultura propia, con una estimación de albergar entre 2.000 y 3.000 personas, según arroja este informe de viabilidad, se hace necesario ahora realizar unas catas arqueológicas que ayuden a confirmar los datos obtenidos en las pruebas por georradar a los que hace alusión el informe encargado por el Comisionado para la Concordia”.
Rafael Llamas ha avanzado que será el propio Consistorio montillano quien asumirá estas prospecciones en la fosa común “al ser una actuación que, por entidad económica, podemos llevar a cabo con recursos propios, ayudando así a completar los trabajos previos al gran proyecto de exhumación e identificación de las víctimas, para cuya realización dada la extraordinaria cuantía y complejidad de los trabajos debemos recurrir a la financiación del Ministerio de Política Territorial y Memoria Democrática”.
A partir de ahora, el Ayuntamiento de Montilla afronta “en el menor plazo posible” la contratación de estas catas arqueológicas a cargo de empresas especializadas en la materia porque “nuestro compromiso con las familias y con la asociación Aremehisa, involucrada desde el principio de este proyecto, es culminar cuanto antes el proceso de exhumación e identificación para que la memoria de estas personas sea reparada y puedan recibir una sepultura digna”.
El informe de viabilidad recibido aporta, además de los datos físicos en la fosa común del cementerio, el nombre de las personas represaliadas y el proceso de juicios sumarísimos de posguerra a los que se tuvieron que enfrentar.