Montilla vivió el pasado sábado una noche llena de magia y duende en su 45 Cata Flamenca, que contó con la asistencia de más de 600 personas de toda Andalucía y de fuera, y que sirvió como preámbulo de nuestra Fiesta de la Vendimia.
El tradicional certamen flamenco organizado por el Ayuntamiento de Montilla junto a la Peña “El Lucero”, atrajo hasta las instalaciones de Envidarte a cientos de personas, entre ellas un autobús procedente de Madrid, deseosas de disfrutar una noche flamenca con la voz de Mayte Martín como principal atracción.
Tras un bonito homenaje a la bailaora Blanca del Rey, allí presente, los artistas fueron subiendo al escenario, llamados por el maestro de ceremonias, el escritor montillano Antonio Varo Baena, que una vez más volvió a presentar nuestra Cata Flamenca, para comenzar la noche brindando con el vino de nuestra tierra.
El alcalde de Montilla Rafael Llamas puso en valor este certamen, tan importante en el mundo del flamenco, que Montilla “debe preservar” y que engrandece el nombre de nuestro pueblo. Desde 1974 han pasado por la Cata de Montilla grandes figuras del flamenco como Fosforito, Camarón de la Isla o el maestro Paco de Lucía.
El encargado de abrir la noche fue el cantaor montillano Antonio Mejías, presente en nuestra cata desde hace años. Mejías mostró su arte acompañado del guitarrista Antonio Carrión y del baile de las montillanas Patricia Baena y Raquel Ramírez.
Tras su soberbia actuación, cogió el relevo el chiclanero Rancapino Chico, acompañado de Antonio Higuero al toque, que recibió la ovación del público con sus cantes gitanos.
En tercer lugar, subió al escenario Laura Vital, que junto a la maestría de Eduardo Rebollar a las seis cuerdas, obsequió al público con su voz por bulerías.
Llegó el turno de la ansiada Mayte Martín, que no dejó indiferente a nadie con su particular estilo y su arte. La cantaora bacelonesa demostró su dominio de todos los palos acompañada por el guitarrista Alejandro Hurtado. Tras ella llegó la magia del baile con Lola Pérez y su grupo.
Tras el baile subió al escenario el saxofonista y flautista madrileño Jorge Pardo, quien puso el toque innovador y fresco a una cata que este año apostaba por atraer un público más joven, con un cartel muy distinto al de otros años. Pardo, galardonado con el “Premio Nacional de las Músicas Actuales”, ofreció un espectáculo de flamenco fusión que gustó incluso a los más puristas.
El colofón final del certamen vino de la mano de los cantaores Alfredo Tejada y Duquende, acompañados por José Fernández y Antonio Carrión de nuevo a la guitarra.