El Consistorio iniciará próximamente el proyecto para la rehabilitación y consolidación del histórico edificio
El Ayuntamiento de Montilla ha firmado el acta de escrituras para la adquisición de los terrenos del edificio de El Parador de San Francisco Solano, proceso que se ha llevado a cabo tras el acuerdo con los propietarios del inmueble histórico, según ha anunciado este jueves el alcalde, Rafael Llamas.
El Parador pasa a integrar el patrimonio municipal gracias a la permuta con unos terrenos de uso residencial que serán de propiedad del Ayuntamiento cuando se desarrolle el Proyecto de Reparcelación del sector SUOT-02 del PGOU de Montilla, en las inmediaciones de la Huerta del Madroño. Este acuerdo descansa sobre una valoración económica de ambas propiedades de 301.851 euros.
Con la adquisición de El Parador, el Consistorio montillano completa una de las operaciones más demandadas desde hace años por la población local, que ha visto cómo el deterioro y la inactividad de mantenimiento del recinto, han acabado por poner en peligro la estructura de este antiguo lagar, referencia singular del callejero, a las puertas de Montilla, en la avenida de Europa.
La parcela en la que se encuentra El Parador tiene una superficie de 1.731 metros cuadrados de suelo y el edificio principal, el único que permanece en pie, ocupa un total de 652 metros cuadrados, destacando dentro del conjunto un gran patio de 176 metros cuadrados.
El Parador, una “aspiración cumplida” para Montilla
Ante el edificio histórico situado junto a la zona de la avenida de las Camachas y el Parque Tierno Galván, el alcalde de Montilla, acompañado por la teniente de alcalde de Infraestructuras y Urbanismo, Raquel Casado, y los portavoces municipales de IU, Francis Lucena, y Ciudadanos, Sergio Urbano, ha asegurado que “la adquisición de El Parador supone para Montilla una aspiración cumplida”, que está a la altura de operaciones como la del Castillo del Gran Capitán o la Casa de las Aguas, emblemáticos edificios de Montilla que “salvaguardamos del peligro de desaparición para las actuales y próximas generaciones de montillanos”.
Rafael Llamas ha confirmado que “la conservación de de El Parador es el resultado de una sensibilidad especial por nuestro patrimonio histórico y si bien su adquisición ha sido siempre una acción preferente para la Corporación, sólo es posible ahora, tras años de buena gestión económica, que permiten al Ayuntamiento en estos momentos afrontar operaciones ambiciosas como es recuperar el esplendor de El Parador”.
En cuanto al futuro, el alcalde ha querido avanzar que los servicios técnicos municipales ya trabajan en la redacción de un proyecto de restauración y consolidación de El Parador con dos premisas básicas: primero, evitar que la destrucción del conjunto vaya a más; y segundo, consolidar el edificio para que vuelva a tener un uso.
“Habrá que estudiar con detenimiento, entre las diferentes opciones que se nos presenten, la finalidad del edificio, que por su ubicación en uno de los accesos principales de la ciudad, ofrece muchas posibilidades, aunque lo más lógico que mantuviera alguna relación con el mundo del vino”, ha añadido.
Por su parte, Francis Lucena ha afirmado que “de nuevo, es el sector público el que sale al frente para garantizar nuestro patrimonio y una referencia de la historia reciente de Montilla”, por lo que “ha hecho bien el Ayuntamiento en conservar este edificio, culminando ahora el trabajo desarrollado por varias Corporaciones”.
En esa misma línea, Sergio Urbano también ha querido trasladar un mensaje de felicitación por “la defensa de la cultura y el patrimonio de Montilla” que se consigue “con este compromiso por mantener El Parador, que responde al apoyo que Ciudadanos también quiso mostrar al presupuesto municipal de 2021”.
El Parador fue construido a mediados del siglo XIX por Francisco Solano Rioboó y Mena. En el año 1877, la vivienda ya se conocía como Parador de la Concepción, siendo un punto crucial de los caminos de entonces en Andalucía. De hecho, su nombre inicial, y conservado hasta el momento, viene de su uso primigenio, al ser precisamente un parador de diligencias de viaje entre Sevilla, Córdoba y Málaga.
En el año de su construcción, el inmueble constaba de cuadra, pajar, fábrica de pisar uva y bodega con tinajas. No hay duda de que El Parador ha sido un sitio emblemático que la población ha conocido, visitado y vivido, enseñoreando el horizonte visual desde diversos puntos de Montilla con su antiguo molino de viento destacando entre sus tejados.