El compás del monasterio montillano reúne un mercado artesanal y navideño en una jornada de visitas guiadas que finalizará con un concierto programado por la Concejalía de Festejos
El Ayuntamiento de Montilla colabora con el monasterio de Santa Clara en la recuperación del Día del Dulce Conventual, una actividad que se había paralizado por la pandemia de covid que ahora se recupera para la antesala de la Navidad montillana en un formato de mercado artesanal y navideño.
En su cuarta edición, este evento que tiene como epicentro la repostería tradicional elaborada por la comunidad clarisa residente en el convento montillano, se reúne de la participación de diferentes asociaciones y empresas artesanales: Rebonito Cerámica, Dejan Huella, Amfimo, Artesanías Carmenluchi, Teresa Sánchez pinturas en tela, el colectivo Síntesis, María Dohijo, Los Reborn de mi Carmen y la Hermandad del Cristo Yacente y Ntra. Sra, de la Soledad de La Rambla.
La cita es el sábado 7 de diciembre con horario de mañana, de 10:00 a 14:00 horas, y de tarde, de 16:00 a 21:00 horas. Las ventas de dulces y demás productos de cada colectivo se completan con un programa de actividades que incluyen visitas guiadas al convento (en grupos de 25 personas y por orden de llegada) a las 10:00, 11:00, 12:00, 13:00 y 16:30 horas.
Una sopaipada con chocolate (17:30 h) y el concierto ‘Un canto a la Navidad, villancicos populares andaluces’ a cargo del grupo de Juan Santamaría en la iglesia del convento (20:00 horas, con entrada libre) completan las actividades para esta jornada. La concejalía de Festejos colabora con la organización de este recital para, como ha explicado su concejal titular, Miguel Sánchez, “sumarnos a una entrañable actividad de Navidad que nos ayuda a dar visibilidad al patrimonio histórico de Montilla con una propuesta ideal para hacerla en familia”.
Durante la presentación, Juan Casado, gestor cultural vinculado al convento montillano, ha recordado que “las monjas de Santa Clara viven, como cualquiera de nosotros, de su trabajo y parte del día lo ocupan en el obrador de dulces con recetas ancestrales, algunas de ellas hunden sus raíces en el siglo XVI con reminiscencias andalusíes y sefardíes”, asegurando que el monasterio montillano responde a la fama de la repostería conventual andaluza.