El pianista cubano eleva la magia de un festival con una actuación que hizo escala en los mejores locales de jazz de si tierra natal
El jazz ha vuelto a tener este fin de semana al vino de Montilla-Moriles como gran aliado. Con lleno absoluto en Bodegas Alvear, anoche se cerró el primer fin de semana de actuaciones previstas en Montijazz Vendimia. Han sido dos noches llenas de magia que vuelven a situar al Festival de Jazz de Montilla como un evento cultural de primer nivel, gracias a la calidad de los artistas que han protagonizado las cuatro primeras actuaciones.
Iván ‘Melón’ Lewis ha sido el gran atractivo del festival demostrando que, hoy por hoy, es uno de los pianistas más influyentes de su generación. Acompañado sobre el escenario por el contrabajista Yandi Martínez y el batería Alain Ladron de Guevara, hizo viajar al público hasta su Cuba natal, haciendo escala en los mejores locales del jazz contemporáneo. Y es que Iván ‘Melón’ es un músico capaz de hacer vibrar al aficionado más exigente, pero también a las personas que acuden por primera vez a un concierto de jazz. Repasando temas de su discografía, especialmente de su disco Voyager, justificó el acierto de la Academia Latina de Artes y Ciencias de la Grabación, al concederle el Grammy al mejor Álbum de Jazz Latino por ese trabajo, en el año 2021.
El duende del flamenco también sobrevoló Bodegas Alvear, el viernes, con la actuación de ‘Enriquito’ Rodríguez. El trompetista manchego es un artista original, ejecutando magistralmente bulerías, fandangos y soleás, con la libertad interpretativa que ofrece el jazz, aunque ciñiéndose a los cánones más ortodoxos del flamenco. La figura de artistas legendarios como Camarón o Enrique Morente sobrevoló Montijazz por momentos, gracias a una banda de músicos consagrados como Bandolero, Juanfe Pérez o Paco Soto, que compartieron escenario con ‘Enriquito’.
El Festival de Jazz de Montilla sigue apostando también por jóvenes talentos nacionales. Castillo Kazaki, cuarteto valenciano liderado por el pianista alemán Felix Schneider-Restschikow, abrió Montijazz el viernes. Fue una actuación fresca y llena de matices, en el que la contemporaneidad y libertad del jazz cedía su espacio, por momentos, a las músicas del mediterranéo o del folclore de los países de Europa del Este. Ha sido la primera vez que este proyecto ha tocado en Andalucía, de igual manera que el del quinteto liderado por la saxofonista madrileña Belén Martín. Claramente influenciada por los pioneros del jazz flamenco nacional, repasó los temas que formarán parte de su primer trabajo discográfico, todavía sin editar, en el que alterna sus composiciones con las del trombonista, también madrileño, Jorge Moreno.
Montijazz echa el telón hasta el próximo fin de semana en el que la música swing volverá a clausurar el Festival de Jazz de Montilla. Los talleres de baile previstos para el sábado, desembocarán en un gran final de fiesta en el patio de la Cooperativa La Unión, con la música de la banda Troupers Swing Band. Será la encargada de cerrar dos intensas semanas de música, poniendo la banda sonora a la vendimia montillana y aportando nuevos y variados matices al vino de Montilla Moriles.