El Paseo de las Mercedes acoge el pregón de Ángel Gaya y el descubrimiento de un nuevo busto de homenaje al militar impulsor de la traída del agua en 1871
El Paseo de las Mercedes acoge el pregón de Ángel Gaya y el descubrimiento de un nuevo busto de homenaje al militar impulsor de la traída del agua en 1871
Las Fiestas Patronales El Santo de Montilla vivieron anoche, en la víspera de la festividad de San Francisco Solano, patrono de la ciudad, la parte central de los actos institucionales programados por el Ayuntamiento montillano con el pregón a cargo de Ángel Gaya Curiel y el descubrimiento del nuevo busto de José María Sánchez-Molero, impulsor del proyecto de abastecimiento de agua de la localidad del que se cumplen ahora 150 años.
Y es que aquel acontecimiento culminado el 16 de julio de 1871 y la figura de su promotor, el ingeniero y militar afincado en Montilla, sirvieron de hilo conductor durante la velada celebrada en el Paso de las Mercedes, presidida por Rafael Llamas, alcalde de la ciudad, y el general Ignacio de Olazábal Elorz, jefe de la Brigada Guzmán el Bueno X.
Un destacamento de la brigada con base en Cerro Muriano abría el acto con un breve homenaje a los caídos en recuerdo de Sánchez-Molero, cuyos trabajos como oficial del ejército de tierra en busca de las huellas de la Batalla de Munda le dieron un detallado conocimiento topográfico del terreno donde se sitúa Montilla, lo que le llevó a proponer a la Corporación Municipal, en 1867, el primer proyecto de traída de aguas a la ciudad, procedentes del manantial del Cuadrado, iniciativa que culminó cuatro años después con la construcción de la red de abastecimiento hasta el núcleo urbano.
El recuerdo al “héroe del agua de Montilla” se completó con el descubrimiento del nuevo monolito a Sánchez-Molero realizado por la empresa Aguas de Montilla, copia en bronce del aquel otro de mármol blanco que durante tanto tiempo presidió uno de los laterales del Paseo de las Mercedes.
Delante del busto de su ascendente, el pregonero relató durante su intervención las vivencias en sus primeros quince años de vida en Montilla en torno a la Casa de las Aguas, palacete anexo a los depósitos de agua donde Sánchez-Molero estableció su residencia y la de sus generaciones posteriores.
Con recuerdo para la Semana Santa y otras fiestas como la Feria del Santo en su niñez, Ángel Gaya remató un pregón que dio paso a las palabras de agradecimiento del alcalde, que ponía el broche a unas fiestas patronales marcadas por la situación sanitaria y las restricciones vigentes, pero que permitieron, eso sí, proclamar al alcalde los habituales vivas a Montilla y San Francisco Solano antes de la interpretación de las tradicionales sevillanas del Santo.